El pasado día 13 de Marzo era un día normal para el
Seminario Menor, pero toda la Iglesia seguíamos esperando la elección de un
nuevo Sucesor de Pedro, porque el Conclave había comenzado el día 11 de marzo.
Los seminaristas habíamos apadrinado cada uno a un cardenal y rezábamos por
ellos. Además de que la intención de la Eucaristía de esos días era para la
elección de un papa. Estábamos atentos a las votaciones de los cardenales. Pues
bien, estábamos estudiando cuando de pronto nuestro profesor de apoyo recibe
una llamada de móvil de su mujer diciendo que había fumata blanca y que ya
teníamos Papa. Este nos lo comunicó y enseguida lo confirmamos en la tele,
después nos reunimos todos en la sala de estar con la alegría para conocer al
nuevo Papa junto a nuestros formadores y familia del Seminario Menor; con gozo
conocimos al nuevo Papa Francisco, que era el Cardenal Jorge Mario Bergoglio.
Este Cardenal nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos
Aires, Argentina. Realizó los estudios de Química y después entró en el
Seminario Villa de Voto el 11 de marzo de 1958, ingresando a continuación en el
noviciado de la compañía de Jesús. Completó los estudios en humanidades en
Chile en 1963. De vuelta a Buenos Aires obtuvo la Licenciatura en el Colegio
Mayor San José. Entre 1964 y 1965 fue profesor de literatura y filosofía en el
Colegio de la Inmaculada de Santa Fe y en 1966 enseñó las mismas materias en el
Colegio del Salvador de Buenos Aires. De 1967 a 1970 estudió teología en el
mismo Colegio Mayor donde también se licenció. El 13 de diciembre de 1969 fue
ordenado sacerdote. Entre 1970 y 1971 realizó la Tercera Probación en Alcalá de
Henares y el 22 de abril de 1973 hizo su profesión perpetua. Fue maestro de
novicios en Villa Barilari, San Miguel, entre 1972 y 1973. También fue profesor
en la Facultad de Teología, Consultor de la Provincia y Rector del Colegio
Mayor. El 31 de julio de 1973 fue nombrado Provincial de Argentina, encargo que
ejerció durante 6 años. Entre 1980 y 1986 fue rector del Colegio Máximo y de la
Facultad de Filosofía y Teología de la misma Casa de San Miguel, y párroco de
la Parroquia del patriarca san José en la diócesis del mismo nombre. En marzo
de 1986 estuvo en Alemania donde concluyó su Tesis Doctoral; entonces sus
superiores lo destinaron al Colegio del Salvador, desde donde pasó a la Iglesia
de la Compañía en la Ciudad de Córdoba como director espiritual y confesor. El
20 de mayo de 1992, el beato Juan Pablo II le nombró Obispo Titular de Auca y
Auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio del mismo año, recibió en la Catedral
de Buenos Aires la ordenación episcopal. Su lema episcopal es "Miserando atque
eligendo". El 3 de junio de 1997 fue nombrado Arzobispo coadjutor de
Buenos Aires y el 28 de febrero de 1998 Arzobispo titular de la diócesis. Es
autor de varios libros entre ellos "Meditaciones para religiosos"
(1982), "Reflexiones sobre la Vida Apostólica" (1986),
"Reflexiones de Esperanza" (1992) y "Mente abierta, corazón
creyente (Cuatro retiros espirituales)" (2012).
Es el Ordinario para los fieles de rito oriental residentes
en Argentina. Gran Canciller de la Universidad Católica de Argentina. De
noviembre de 2005 a noviembre de 2011 fue Presidente de la Conferencia
Episcopal de Argentina. El beato Juan Pablo II le creó Cardenal en el
Consistorio del 21 de febrero de 2001.Ha sido Miembro de las Congregaciones
para el Culto Divino y la Disciplina de sacramentos, para el Clero, para los
Institutos de Vida Consagrada y la Sociedad de Vida Apostólica. Es también
miembro del Pontificio Consejo para la familia. Es miembro de la Pontificia
Comisión para América latina. Por otro lado, en enero de 2006 impartió en
Madrid los ejercicios espirituales a los obispos miembros de la Conferencia
Episcopal Española. En julio de ese mismo año estuvo en España participando en
el Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en Valencia. Os dejamos aquí sus
primeras palabras y una foto.
Bendición Urbi et
Orbe:
Hermanos y hermanas,
buenas tardes.
Sabéis que el deber
del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han
ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos. Os agradezco la
acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo. Gracias. Y ante
todo, quisiera rezar por nuestro Obispo emérito, Benedicto XVI. Oremos todos
juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo proteja.
(Padre nuestro. Ave María. Gloria al Padre).
Y ahora, comenzamos
este camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que
preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor,
de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro.
Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad. Deseo que este
camino de Iglesia, que hoy comenzamos y en el cual me ayudará mi Cardenal
Vicario, aquí presente, sea fructífero para la evangelización de esta ciudad
tan hermosa. Y ahora quisiera dar la Bendición, pero antes, antes, os pido un
favor: antes que el Obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis para
el que Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la Bendición para su
Obispo. Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mí....
Ahora daré la
Bendición a vosotros y a todo el mundo, a todos los hombres y mujeres de buena
voluntad.
(Bendición).
Hermanos y hermanas,
os dejo. Muchas gracias por vuestra acogida. Rezad por mí y hasta pronto. Nos
veremos pronto. Mañana quisiera ir a rezar a la Virgen, para que proteja a toda
Roma. Buenas noches y que descanséis.
Cristobal Plaza Rodero