Comenzamos revisando los ejercicios que nos mandó en la sesión anterior y después continuamos con unas presentaciones, en las que nos explicaba cómo Dios sale al encuentro del hombre y se revela por medio de signos y prodigios, pero la Revelación más sublime y definitiva es la de su Hijo Jesucristo. Estas charlas nos ayudan a entender el misterio de la fe en Dios y el credo de la Iglesia. Finalizamos la charla con algunas tareas que nos encargó para hacerlas en nuestra vida.
Cristóbal Plaza Rodero.
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